lunes, 7 de mayo de 2018

Identidad y Huella Digital


Identidad digital.


Es el rastro que cada usuario de Internet deja en la red como resultado de su interrelación con otros usuarios o con el conjunto de informaciones publicadas en Internet sobre mí y que componen la imagen que los demás tienen de mí: datos personales, imágenes, noticias, comentarios, gustos, amistades, aficiones, etc. Todos estos datos me describen en Internet ante los demás y determina mi reputación digital, es decir, la opinión que los demás tienen de mí en la red. Esta identidad puede construirse sin que se corresponda exactamente con la realidad. Sin embargo, lo que se hace bajo esa identidad digital tiene sus consecuencias en el mundo real y viceversa.


Características de la identidad digital

  • Es social. Se construye navegando por las redes sociales a partir del reconocimiento de los demás sin ni siquiera llegar a comprobar si esa identidad es real o no.
  • Es subjetiva. Depende de cómo los demás perciban a esa persona a través de las informaciones que genera.
  • Es valiosa. A veces personas y empresas navegan por las redes sociales para investigar la identidad digital de un candidato y tomar decisiones sobre él/ella.
  • Es indirecta. No permite conocer a la persona directamente sino las referencias publicadas de esa persona.
  • Es compuesta. La identidad digital se construye por las aportaciones de la misma persona y también por otras personas sin la participación o consentimiento del mismo.
  • Es real. La información de la identidad digital puede producir efectos positivos y negativos en el mundo real.
  • Es dinámica. La identidad digital no es una foto instantánea, sino que está en constante cambio o modificación.


La huella digital.


La huella digital es la marca que deja el uso y tratamiento de nuestra identidad en Internet. Es decir, se refiere a como nos comportamos, qué decimos, cómo, dónde y en que nos basamos para hacerlo.

Cuando hablamos de huella digital en Internet, nos referimos al rastro que dejamos al navegar e interactuar con la red. Con la evolución de las tecnologías de la información y la comunicación, prácticamente cualquier persona utiliza Internet para llevar a cabo cualquier actividad, el rastro que dejamos en aquellos lugares por los que vamos pasando, es lo que se conoce como huella digital.


Con el paso del tiempo, los ciudadanos hemos adaptado nuestra vida a los entornos digitales, sin reparar en el torrente de información personal que vamos dejando al interactuar con los soportes electrónicos, navegar por internet o participar en las redes sociales.

Es, por ejemplo, un error común entre los usuarios de redes sociales, que cuando subimos fotos, vídeos, comentarios, etc., a nuestros perfiles y luego, arrepentidos, los quitamos, el creer que así han desaparecido, pero nada más lejos de la realidad, ya que los buscadores que se dedican a registrar todo lo que aparece en Internet ya han copiado la información, pudiendo así ser recuperable. Entramos en la red pensando que nadie nos ve, pero nuestra navegación deja un rastro imborrable.

Los expertos en seguridad informática, aseguran que los Smartphone son nuestro principal registro de rastros digitales. Actualmente, los usuarios en sus teléfonos inteligentes, no solo guardan fotos personales, listas de contactos y archivos de trabajo, sino también el correo, las contraseñas y hasta las aplicaciones para interactuar con el banco u otras compañías a las que contratan servicios. Un simple robo de nuestro terminal, permitiría tener acceso a toda esta información.